Antes de tomar una decisión tan importante, es necesario analizar diversos factores; contemplar el financiamiento o conocer a los docentes del posgrado se vuelve imprescindible.

 

1. ANALIZA TUS NECESIDADES Y SITUACIÓN
Es importante detenerse un momento a pensar e identificar cuál es el tiempo que le puedes dedicar a la maestría y en función de eso decidir si será en línea o presencial.

2. INVESTIGAR EL MERCADO
No te dejes guiar por lo que está de moda, o sólo por las tendencias; analiza si esa maestría realmente tendrá una repercusión a futuro, porque puede volverse obsoleta.

Tienes que planear y hacer una investigación de cómo está el mercado, de cuáles son tus objetivos, tus expectativas, hacia dónde te quieres enfocar, y sobre eso planear qué quieres estudiar. En este sentido, debes analizar el campo a futuro, ver hacia dónde van los nuevos sectores, por ejemplo, el aeroespacial está creciendo mucho, así como el tema de ecología, sustentabilidad y responsabilidad social se vuelven cada vez más preponderantes.

3. TIENE QUE GUSTARTE
Escoger una maestría es muy parecido a cuándo haces tu elección universitaria, puede que sea el siguiente “paso natural de tu carrera”, pero si no te gusta lo que vas a estudiar, difícilmente lo desarrollarás plenamente y los conocimientos no los vas a aprovechar al 100 por ciento.

4. QUE TENGA VALOR AGREGADO
Debe estudiar una maestría que no sea algo que ya sabes hacer. Muchas veces el plan de estudio de la maestría está relacionado con la licenciatura que correspondería, y si estudiaste administración pero requieres enfocarte a la parte de marketing, una maestría en mercadotecnia te va a servir, porque los conocimientos que vas a adquirir serán nuevos.

Pero por ejemplo si eres administrador, difícilmente te va a servir una maestría donde estudies Administración de Negocios, y en ese caso, tendrías que analizar otras opciones como finanzas internacionales, o régimen fiscal. Entonces tiene que ser una maestría que te aporte valor, que te vaya a especializar en algo que estás haciendo o que sea un conocimiento completamente nuevo, incluso si no es de la misma área de estudio.

5. IDENTIFICA TUS HABILIDADES
Si no tienes las habilidades para ciertos conocimientos seguramente te vas a frustrar. Si no eres bueno para las matemáticas o para manejar Excel y optas por una maestría de finanzas, vas a terminar bastante frustrado. Debes de empatar tus habilidades con lo que te gusta, lo que puedes hacer o aprender, porque a lo mejor no tienes ciertas habilidades, pero las puedes aprender a desarrollar. 

6. DETERMINA OBJETIVOS PERSONALES
La decisión de un estudiar una maestría, no solamente debe estar enfocado a tus necesidades u objetivos profesionales, también tiene que ver con tu desarrollo a nivel personal. Debe ser un posgrado donde quedes satisfecho, es básicamente como escoger una carrera.

7. VERIFICA EL PLAN DE ESTUDIOS
Si bien existen diferentes instituciones educativas que puedan impartir la misma maestría, es muy importante identificar quiénes dan las clases, cuál es el enfoque y los temas que se abordan, con la finalidad de que empate con tus objetivos.

8. ANALIZA LA OPCIÓN DEL FINANCIAMIENTO
La maestría es una inversión y el factor económico es muy importante, por esa razón, analizar las opciones de financiamiento como becas, entre otras modalidades de pago de la maestría significa asegurar la culminación de ese estudio.

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